Los test de personalidad
Son instrumentos o herramientas de apoyo para el profesional evaluador, que le sirven para medir y comparar de forma fiable junto con otras pruebas de Selección, los aspectos que ha podido apreciar y en nuestro caso que va a evaluar en la entrevista posterior con el aspirante examinado. El objetivo es seleccionar los candidatos más idóneos al puesto.
Son pruebas que identifican factores o rasgos primarios de la conducta para explicar la totalidad de la personalidad. En algunos identifican además otros factores complementarios de la personalidad, llamados de segundo orden.
El test aplicado en la Selección de los aspirantes a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es un test que consta de preguntas cerradas. En cada una de ellas hay tres opciones de respuesta, entre las cuales el aspirante debe optar por una de ellas. Se realiza en unos 30 minutos. Los factores que mide se mueven de un extremo hasta el otro de la orquilla de cada rasgo.
Así la puntuación de cada persona se obtiene en función de la regularidad de sus respuestas.
Se miden así rasgos como: Afabilidad, Razonamiento, Estabilidad, Dominancia, Animación, Atención a las normas, Atrevimiento, Sensibilidad, Vigilancia, Abstracción, Privacidad, Aprensión, Apertura al cambio, Autosuficiencia, Perfeccionismo, Tensión.
Y para “afinar” más la evaluación también contiene otros factores que miden: Extraversión, Ansiedad, Dureza, Independencia y Auto-control.
Por tanto hemos de afrontar la realización del Test de personalidad prestando atención a la fiabilidad de nuestras respuestas, contestando con honestidad. De esta forma evitamos falsear nuestra imagen buscando la aprobación constante de la evaluación.
Todos estos aspectos, que van a ser medidos, se entrenan desde el conocimiento de la propia personalidad y de nuestras acciones.